domingo, 20 de diciembre de 2015

Carta a mi hijo

Hijo llegaste a nuestras vidas hace un año y desde el primer momento me enseñaste que el amor a primera vista realmente existe. 

El tiempo pasa volando, aun recuerdo como si fuera ayer el susto que nos diste el día que naciste y hasta hoy te he visto crecer a pasos agigantados, pasaste de ser un bebé que solo dormía en brazos de mamá, a un niño pequeño, inquieto, analítico y cada vez más un poco independiente; hoy ya andas por toda la casa, trepas sillones, mesas y muebles y estás a punto de dar tus primeros pasos. 

Quisiera poder darte una vida tranquila, sin tropiezos ni dificultades; una vida donde pueda protegerte de toda la tristeza y maldad que existe. Sin embargo tienes que saber que al final del día todo estará bien, las decepciones son parte del camino que hay que vivir para poder crecer en todo nuestro esplendor. 

Espero que la vida me permita disfrutar cada una de tus carcajadas, de besarte y abrazarte hasta que no puedas mas, de mostrarte el mundo viajando, de verte seguir tus pasiones y sueños, de enseñarte a agradecer con humildad, ser honesto y mantenerte siempre creativo, de tener la oportunidad de levantarte cuando caigas y ayudarte a enfrentar las adversidades, de ser tus oídos para guardar tus secretos y tu hombro para cuando necesites llorar. 

Hoy no tengo nada mas que agradecer a la vida por haberme hecho tú madre y llenarme de cosas buenas, pero sobre todo agradecerte a ti Nico por haberme descubierto un mundo nuevo, por que por ti soy más fuerte y más segura; y por llenar nuestras vidas de sonrisas y felicidad. 

Agradezco también en este primer año a tu papá, por ser mi fortaleza, mi sostén, por darme la mano aún cuando no me entendiera, por liberarme de las preocupaciones ajenas a la casa, por confiar en mi y mi intuición y sobre todo por permitirme disfrutar este primer año junto a ti, no hay palabras que puedan expresar mi agradecimiento por esta maravillosa experiencia. Te amo esposo. 

Nunca olvides mi amor chiquito que siempre me tendrás a tu lado y que serás amado toda tu vida. 




martes, 8 de diciembre de 2015

Depre indefinida

La tan famosa depresión post parto finalmente me ha pegado, he de confesar que creí que después de 9 meses ya había superado la prueba, sin embargo estos últimos días me había sentido tristona y frustrada. 
He estado tan concentrada en andar tras de Nico para evitar el menor número de golpes posibles ahora que empieza a pararse en todos lados, que me estaba abandonando a mi misma. 
Uno de esos días me tope con un post de Mamá Chilaquil, donde habla de la "oleada post parto" y en ese momento caí en cuenta que era lo que estaba pasando; básicamente ya no soy la misma de antes, soy una nueva persona, estoy segura que esta nueva yo será la mejor versión de mi, solo que apenas la estoy conociendo y a veces me saca de mis casillas no saber como controlar el cúmulo de emociones y de cambios. 
Una amiga veterana en el asunto me dijo: es una "depre indefinida" con la que hay que ir lidiando, nuestros hijos van cambiando y nosotros junto con ellos, así que es cuestión de irnos adaptando día con día. 
La maternidad es un trabajo 24/7 que no tiene guías, manuales o instrucciones incluidas y se va aprendiendo durante la marcha pero es  importante ponernos primero a nosotras para poder estar al 100 con los demás. 
Es difícil exponer lo que sentimos cuando parece que para los demás todo transcurre de manera "normal", sin embargo muchas están en la misma situación así que buscar ayuda y hablarlo es lo mas importante para poder salir adelante y no quedarnos estancadas en el mar de la desesperación. 
Hoy empiezo a buscar las cosas simples que me hacen feliz, tiempo para un baño caliente en la mañana, para desayunar con calma, para el ejercicio, para dibujar, para escribir, para iniciar un nuevo proyecto, en fin apenas estoy tratando de encontrar lo que necesito para estar en paz conmigo misma y seguir andando esta aventura.