Creo que la mamá perfecta no existe, todas perdemos los estribos, nos enfurecemos, cometemos errores, lloramos a escondidas y queremos salir corriendo a tomar un poco de aire, despejarnos y volver a nuestra pequeña trinchera.
He de admitir que hoy casi pierdo la paciencia, el cansancio, la falta de sueño y la irritabilidad de mi pequeño casi acaban conmigo. A veces pienso que los hijos deberían de venir con un manual incluido, así no tendríamos que ir a prueba y error con ellos. Pero pues la realidad es otra, no sabemos nada y vamos aprendiendo en el camino, con sus altos y sus bajos. Eso si he de decir que a estas horas de la noche, cuando solo mamá está despierta y después de ver en retrospectiva mi actitud, me siento pésima conmigo misma, así que solo pienso que mi mantra de esta semana se concentrará en "PACIENCIA".
Para esperar a que duerma toda la noche, paciencia. Para que juegue, paciencia, Para que sepa acomodar sus juguetes, paciencia. Para calmarlo, paciencia.
Gracia pequeño por enseñarme a ser paciente.
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